Hemos elegido este poema porque me gusta especialmente y hoy he recibido de la editorial NACE una invitación para participar en la posibilidad de enviar algún microrelato para leer en la radio. Ya veréis que, al final del poema, el niño Bruno, sin proponérselo, emite un gracioso microrelato. ¡Pues ahí va!
40
Estamos en la cocina recogida
después de la merienda
y yo en la mesa reviso unos papeles.
Oigo que entras en la despensita
y que estás trasegando
los cacharros y potes que guardamos ahí.
Suena el ruido de algo contra el suelo
y te oigo decir en voz baja
como para ti mismo
«Compota cayó».
Sigo escuchando y cuando me doy cuenta
sujeto y predicado salidos de tu voz
se van desparramando por el suelo
y pringándote todo.
Así que tengo que llevarte al baño.
¡Pero qué bien!
Has hecho ya con año y medio
una bonita narración.
Ahora mejor decir microrelato.